Son capaces de desinflamar y hasta de inducir al suicidio a las células malignas
Quizás sea más correcto decir "te salva lo que comes" en vez de "eres lo que comes". Los oncólogos calculan que cerca de 30% de todos los casos de cáncer se vinculan con una dieta inadecuada. En contraposición, la alimentación saludable reduce el riesgo de desarrollar cáncer, desacelera el desarrollo de tumores ya existentes y multiplica la eficacia de los tratamientos.
Algunos alimentos son mejores luchadores contra el cáncer que otros. Las tradiciones culinarias de algunos países a veces explican por qué sus habitantes sufren menos cáncer que los de otros países. Por ejemplo, en India, la prevalencia del cáncer de próstata es 25 veces menor que en Occidente, 10 veces menor el de seno y riñón y nueve veces menos frecuente el de colon. Los oncólogos piensan que se debe a la cúrcuma, poderoso antiinflamatorio con la que sazonan casi todas sus comidas.
El neuropsiquiatra francés David Servan-Schreiber, recientemente fallecido, sobrevivió más de dos décadas con un tumor cerebral agresivo gracias a buenos hábitos alimenticios complementados con un estilo de vida saludable. La "dieta anticáncer" -nombre con el que también bautizó su libro- se convirtió en su obsesión. Para este científico, el declive alimenticio de Occidente, con su avalancha de enfermedades, comenzó en 1940, cuando se comenzó a sustituir fibras, verduras y frutas por grasas, harinas y azúcares refinados y la agroindustria aumentó el uso de químicos en toda la cadena alimentaria.
Además de Servan-Schreiber, dos, Richard Béliveau, bioquímico canadiense, y Gilberto Chéchile, del Instituto Médico Tecnológico de Barcelona, España, han estudiado las propiedades de los alimentos en la prevención y lucha contra el cáncer. Y la Sociedad Anticancerosa de Venezuela ha identificado alimentos que ayudan contra el cáncer de próstata, el más frecuente entre los hombres venezolanos.
Explica Chéchile en su investigación Ayude a combatir el cáncer que, para crecer, el cáncer necesita glucosa, que es en lo que el organismo transforma azúcares y harinas. Resulta que, junto con las grasas, es lo que más consume la población occidental.
Servan-Schreiber, en su libro, plantea que, hoy, 56% de las calorías proceden de tres fuentes que antes eran de menor consumo: azúcar refinado (sugiere sustituir por miel), harinas blancas (optar por pan multicereal y arroz integral) y aceites vegetales que, según su teoría, "alimentan el crecimiento del cáncer". Su propuesta es "voltear" la presentación del plato. En vez de servir una gran porción de carne y un poco de verdura, servir muchas verduras con un trocito de carne, además de consumir frutas en estado natural y beber té verde.
Los tres científicos coinciden en que el té verde es un poderoso anticancerígeno por su enorme cantidad de polifenoles, que conserva al no ser fermentado. Se considera un aliado en la lucha contra el cáncer de próstata, mama, riñón, piel y leucemia. Beber té verde antes de la quimioterapia, la hace aún más efectiva.
Las frutas y verduras contienen moléculas fitoquímicas que interfieren en el desarrollo del cáncer. Otras sustancias como el licopeno -presente en muchas verduras pero especialmente en tomate cocinado como el de salsas y purés- reducen el crecimiento de las células malignas. Los sulfurafanos de las crucíferas, como brócoli, coliflor, coles de Bruselas y repollo, desintoxican e inducen a las células a autodestruirse.
La salud entra por la boca. Los alimentos deberían escogerse con la razón, aunque ésta no coincida con los (malos) hábitos de siempre.
http://www.eluniversal.com/2011/08/10/alimentos-que-combaten-el-cancer.shtml
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Las sardinas son ricas en omega 3 y el tomate, cocinado, en licopenos |
Quizás sea más correcto decir "te salva lo que comes" en vez de "eres lo que comes". Los oncólogos calculan que cerca de 30% de todos los casos de cáncer se vinculan con una dieta inadecuada. En contraposición, la alimentación saludable reduce el riesgo de desarrollar cáncer, desacelera el desarrollo de tumores ya existentes y multiplica la eficacia de los tratamientos.
Algunos alimentos son mejores luchadores contra el cáncer que otros. Las tradiciones culinarias de algunos países a veces explican por qué sus habitantes sufren menos cáncer que los de otros países. Por ejemplo, en India, la prevalencia del cáncer de próstata es 25 veces menor que en Occidente, 10 veces menor el de seno y riñón y nueve veces menos frecuente el de colon. Los oncólogos piensan que se debe a la cúrcuma, poderoso antiinflamatorio con la que sazonan casi todas sus comidas.
El neuropsiquiatra francés David Servan-Schreiber, recientemente fallecido, sobrevivió más de dos décadas con un tumor cerebral agresivo gracias a buenos hábitos alimenticios complementados con un estilo de vida saludable. La "dieta anticáncer" -nombre con el que también bautizó su libro- se convirtió en su obsesión. Para este científico, el declive alimenticio de Occidente, con su avalancha de enfermedades, comenzó en 1940, cuando se comenzó a sustituir fibras, verduras y frutas por grasas, harinas y azúcares refinados y la agroindustria aumentó el uso de químicos en toda la cadena alimentaria.
Además de Servan-Schreiber, dos, Richard Béliveau, bioquímico canadiense, y Gilberto Chéchile, del Instituto Médico Tecnológico de Barcelona, España, han estudiado las propiedades de los alimentos en la prevención y lucha contra el cáncer. Y la Sociedad Anticancerosa de Venezuela ha identificado alimentos que ayudan contra el cáncer de próstata, el más frecuente entre los hombres venezolanos.
Explica Chéchile en su investigación Ayude a combatir el cáncer que, para crecer, el cáncer necesita glucosa, que es en lo que el organismo transforma azúcares y harinas. Resulta que, junto con las grasas, es lo que más consume la población occidental.
Servan-Schreiber, en su libro, plantea que, hoy, 56% de las calorías proceden de tres fuentes que antes eran de menor consumo: azúcar refinado (sugiere sustituir por miel), harinas blancas (optar por pan multicereal y arroz integral) y aceites vegetales que, según su teoría, "alimentan el crecimiento del cáncer". Su propuesta es "voltear" la presentación del plato. En vez de servir una gran porción de carne y un poco de verdura, servir muchas verduras con un trocito de carne, además de consumir frutas en estado natural y beber té verde.
Los tres científicos coinciden en que el té verde es un poderoso anticancerígeno por su enorme cantidad de polifenoles, que conserva al no ser fermentado. Se considera un aliado en la lucha contra el cáncer de próstata, mama, riñón, piel y leucemia. Beber té verde antes de la quimioterapia, la hace aún más efectiva.
Las frutas y verduras contienen moléculas fitoquímicas que interfieren en el desarrollo del cáncer. Otras sustancias como el licopeno -presente en muchas verduras pero especialmente en tomate cocinado como el de salsas y purés- reducen el crecimiento de las células malignas. Los sulfurafanos de las crucíferas, como brócoli, coliflor, coles de Bruselas y repollo, desintoxican e inducen a las células a autodestruirse.
La salud entra por la boca. Los alimentos deberían escogerse con la razón, aunque ésta no coincida con los (malos) hábitos de siempre.
http://www.eluniversal.com/2011/08/10/alimentos-que-combaten-el-cancer.shtml